COITAAL explica los requisitos del Cuaderno de Explotación

Los Ingenieros Técnicos Agrícolas abordaron las peculiaridades y opciones existentes del cuaderno de explotación, obligatorio desde 2014

El registro de tratamientos fitosanitarios ha de ser validado por el ingeniero técnico agrícola asesor en Gestión Integrada de Plagas

El Colegio Oficial de Ingenieros Agrícolas de Almería, en colaboración con Cajamar, ha celebrado recientemente una nueva jornada formativa que, en esta ocasión, se desarrolló con el objetivo de actualizar las competencias profesionales de los colegiados a través de la información sobre el asesoramiento en la Gestión integrada de Plagas y el uso del Cuaderno de Explotación, toda vez que el Real Decreto 1311/2012, de 14 de septiembre, por el que se establece el marco de actuación para conseguir un uso sostenible de los productos fitosanitarios, establece la obligatoriedad desde 2014 y el Decreto 96/2016, de 3 de mayo, regula la prevención y lucha contra plagas, el uso sostenible de productos fitosanitarios, la inspección de equipos para su aplicación y crea el censo de equipos de aplicación de productos fitosanitarios.

En las jornadas participaron como ponentes Rafael Ángel Ferrer Martínez, responsable de I+D+i de Grupo Hispatec, que abordó en su ponencia ‘El cuaderno de campo digital’, la propia presidenta de COITAAL, María Teresa García Muñoz, que desarrolló su presentación bajo el título ‘Asesoramiento en gestión integrada de plagas’, y la ingeniera agrícola Olga Egea Ortega, cuya exposición tuvo un componente mucho más práctico, ya que explicó los distintos campos y parámetros que se establecen en los cuadernos de campo.

“El cuaderno de campo se ha desarrollado para que sea sencillo, fácil y de movilidad, es decir, que el agricultor no tenga que sentarse ante el ordenador para completarlo, que pueda hacerlo desde la finca a través de smartphone o tablet y después obtener la información de forma ágil y sencilla”, explica Rafael Ferrer. De igual forma, el técnico de Hispatec considera que el grado de implantación es bastante alto y las herramientas ofrecen muchos más servicios, “desde la gestión económica pura, toda la parte de gestión de insumos, consumos de las diferentes operaciones, todo el uso de maquinaria, empleo de horas de recursos humanos en los procesos y gestión de las producciones de la calidad de manera que puedes obtener el beneficio económico bruto de tu explotación, que luego restándole la parte de costes que están registrados tendrías el rendimiento económico; el Cuaderno de campo, que lleva todos los registros que exige la normativa vigente para llevar una adecuada gestión y llevarlo de manera automática; recomendaciones del ingeniero técnico agrícola de operación, recetas fitosanitarias, recomendaciones en fertirriego; y la parte de gestión agronómica pura, a partir de la implantación en campo de un conjunto de sondas o sensores, predicción de clima y de composición de indicadores agronómicos o interactuar con elementos electromecánicos, cierre de ventanas en invernaderos o control de riego”, concluye.

Elemento de confianza

La presidenta del Colegio Oficial de Ingenieros Agrícolas de Almería, María Teresa García, subrayó el compromiso del colegio para actualizar la formación de los colegiados. “Desde que entró en vigor en 2012 la normativa se han realizado cuatro jornadas, sobre el uso sostenible de productos fitosanitarios en general, que afecta tanto al ámbito agrario como al no agrario, como por ejemplo parques y jardines públicos o campos de golf”.

Sobre el grado de cumplimiento del Cuaderno de Explotación, la presidenta considera que “por la cantidad de normas de producción que ‘exigen’ los mercados, como Globalgap, BRC, IFS, agricultura ecológica o producción integrada, la mayoría de las empresas comercializadoras tienen implantadas y certificadas normas de producción y calidad, a lo que se suma la gestión integrada de plagas que sí es obligatoria en la mayoría de los cultivos y explotaciones agrarias”. En este sentido, María Teresa García recuerda que “el cuaderno de explotación es responsabilidad del empresario agrario, que es el registro de tratamientos fitosanitarios que ha de validar el asesor inscrito a ROPO. Como el asesor tiene que plasmar su firma como garantía de que lo que allí se pone es la realidad y de que está conforme a la receta, esta nueva situación hace que tenga que haber una mayor confianza entre el agricultor y el asesor. El agricultor puede preguntar, hablar con mucha gente, pero la confianza para aplicar un producto fitosanitario o decidir una actuación debe de ser consensuada con su asesor, por eso este debe ser una persona de confianza”.

Por último, Olga Egea Ortega culminó la jornada con la parte más práctica de la sesión. “Es conveniente rellenar los cuadernos de campo siguiendo unos estándares comunes que corresponden a los sellos de certificación, es una manera de homogeneizar el contenido y que cualquier profesional pueda interpretarlos aunque vea un cuaderno determinado por primera vez”, concluyó.