Tomates del Atlántico. Conil y la cooperativa de Las Virtudes

Nuestro periplo por el campo andaluz nos ha llevado a conocer las dos zonas de producción hortofrutícola de la costa atlántica gaditana. Hace unos meses os hablamos de la comarca de la Algaida, donde desemboca el Guadalquivir y que es limítrofe con Huelva. Allí nos recibieron en Mercado Montilla. Ahora os vamos a hablar de la zona de Conil de la Frontera, también atlántica, pero que a diferencia de la anterior mira más a Gibraltar que a Doñana. En la cooperativa Nuestra Señora de la Virgen de Las Virtudes nos atendió el gerente Gregorio Sánchez, que nos acompañó en el recorrido por sus instalaciones.

Primero conocimos la subasta de esta SCA creada en 1963 y con la que trabajan alrededor de medio millar de agricultores. La mayoría de ellos son de Conil, pero también los hay de otros pueblos vecinos como Vejer, Barbate, Chiclana o Medina-Sidonia. Aquí el modelo de agricultura es familiar con una superficie promedio de entre una hectárea y hectárea y media.

Verduras de todo tipo que viajan a los mercas, como Barcelona, Bilbao o Zaragoza y que, por tanto, tiene un destino exclusivamente nacional, vía fruterías.

SCA Las Virtudes, 32 millones de kilos

Tras el itinerario por la subasta el gerente nos condujo hasta la central de confección, un almacén bien equipado, en el que trabajan por campaña unas 110 mujeres y que cada año absorbe más kilos. “Es el futuro”, nos dijo Gregorio Sánchez.

Esta cooperativa de Conil mueve 32 millones de kilos, la mitad son de tomate. Hace un lustro el volumen era de unos 25 kilos, lo que refleja el crecimiento experimentado en los últimos años.

Los productos que están en auge son el tomate, el calabacito (calabacín blanco) y la fresa (de la que hablamos en un post anterior); mientras que están perdiendo presencia el ajo, el alcancil, la remolacha, la espinaca, el repollo o la coliflor.

Así que las siguientes líneas están dedicadas al cultivo estrella, el tomate grueso o verde ensalada. Doble ciclo. Uno de ellos con trasplantes en enero, febrero y marzo y que llega en recolecciones desde abril hasta julio; y otro con trasplantes de noviembre a enero y con producción en los meses de más calor, julio y agosto.

En este análisis habría que añadir que las producciones de tomate al aire libre se concentran desde julio hasta septiembre-octubre, y las de invernadero desde abril hasta junio. El hueco que no se cubre es el que iría desde mediados de enero hasta finales de marzo. En la comarca de Janda los cultivos protegidos (tipo parral) y en la calle se complementan.

Las Virtudes dispone además de un semillero y de tres hectáreas para hacer ensayos. Un campo de experimentación donde se prueban variedades de tomate, calabacín o berenjena, por ejemplo.

Desde hace unos años emplean como lema ‘Verduras y Hortalizas de la Huerta de Conil’.