Arrancaron en época de televisiones en blanco y negro, años 60, y ahora en la era digital, en verano de 2016, son una de esas empresas del agro que se ha subido al carro de las redes sociales y de las nuevas tecnologías. Una compañía familiar que ha sabido adaptarse a los tiempos y gracias a ello ha logrado seguir creciendo. Su nombre, Melones Ramón, manchegos de Ciudad Real.
Ana y yo los conocíamos por Twitter y LinkedIN, como a otros muchos de vosotros, pero pudimos ponerles cara y charlar con ellos en la reciente feria de Membrilla, Ferimel 2016. Las ferias y eventos son una fórmula práctica y necesaria para conocer a lectores con los que se convive en el mundo virtual y con los que no se puede tener un contacto físico habitualmente.
Melones Ramón camina ya por la tercera generación y en el retrato que Ana les hizo podemos ver a su fundador Juan Díaz-Cano Moreno, muy bien acompañado por generaciones presentes y futuras de esta empresa, especialista en melón y sandía.
Pudimos conversar con José Ángel, Eugenio y Ramón Díaz que nos contaron que son principalmente comercializadores. Después de décadas de trabajo han logrado disponer de producto durante todo el año. Así que abarcan los doce meses del año con melón y sandía de diferentes zonas y calendarios. En Almería están en Cortijos de Marín (Roquetas de Mar), luego también se suministran de Sevilla, Murcia, La Mancha, Senegal y Brasil.
Esta empresa de La Solana (Ciudad Real) está especializada en piel de sapo, un 90% de su melón es de esta tipología, y el 10% restante es blanco (branco de Portugal).
Suerte a las generaciones que vengan por detrás.
Yo también les deseo suerte a las generaciones venideras la van a necesitar.