El río Alberche hace de frontera natural entre la Comunidad de Madrid y Castilla-La Mancha. En su ribera emerge una rica huerta con invernaderos que producen en verano, sobre todo tomate y pepino corto español y francés. En Villa del Prado, prácticamente el último pueblo de Madrid situado en la esquina suroeste de la Comunidad, a pocos kilómetros de ambas Castillas, hemos pasado un par de días conociendo otros modos de respirar el campo.
En Villa del Prado los agricultores se conocen por los motes. Ángel García Escudero tiene puesto en uno de los muros de entrada de su finca el apodo ‘Mondote’, como a él le gusta que le llamen. Hombre bonachón, que despierta simpatía a los pocos minutos de conversar con él, nos conduce a Ana y a mí al interior de uno de sus invernaderos. Nos dice que el primero lo construyó en 1980 y el último en el 99. Alrededor de 4.500 metros cuadrados invernados más otras dos hectáreas de cultivos al aire libre. Y apenas a un centenar de metros del perímetro de su explotación está el río Alberche. Según nos explican, tanto los cultivos protegidos como los de calle son posibles gracias a dicho río.
Nostoc Biotech
Mientras Ana retrata con su cámara los cultivos de tomate y pepino, ‘Mondote’ y Ángel Juárez, de la compañía biotecnológica Nostoc, me describen cómo emplean en la finca humus de lombriz líquido de esta empresa surgida de una Universidad de Madrid. Un producto ecológico, que usan agricultores convencionales como ‘Mondote’, como protección contra plagas, para reestructuración del suelo, enraizamiento y nutrición.
Los nemátodos son un problema para los suelos agrícolas. Los microorganismos beneficiosos del propio cultivo son repuestos por este humus de Nostoc, que contribuye a crear un ecosistema microbiano que combate los nemátodos.
Este humus líquido sirve para regenerar el suelo. “Se le da vida a la tierra”, comenta gráficamente ‘Mondote’.
Tomate hasta julio y pepino hasta septiembre
‘Mondote’ lleva su cultivo de tomate hasta julio y el de pepino hasta septiembre. En septiembre-octubre pone acelga o rábano hasta febrero. A partir de ahí hace la solarización y los trasplantes en marzo. Pero son fechas orientativas, ya que me explica que en alguna ocasión ha llevado hasta casi octubre su tomate tipo marmande. Depende de la climatología y de que también tenga planificado después poner o no un cultivo de acelga.
Mercamadrid es el destino de las producciones de Villa del Prado. Una producción local que busca satisfacer una pequeña parte de la gran demanda del gigante madrileño, en los meses de más calor. A finales de los 90 se creó la Asociación de Horticultores de Villa del Prado, una entidad de tipo cooperativo que tiene como principal objetivo abaratar la compra de insumos agrícolas.
Premio sostenible UnLtd Spain
Durante el recorrido Ángel Juárez nos habla del reciente premio de sostenibilidad recibido por Nostoc por parte de la Fundación UnLtd Spain, que ha reconocido la labor innovadora de esta empresa de base tecnológica surgida de la Universidad y que casa la labor investigadora del ámbito universitario con la iniciativa privada.
Ángel me habla de un amplio catálogo de productos, como Htprored, un bioplaguicida que en su composición lleva humus de lombriz; o Bionpk, un fertilizante natural que fortalece las raíces. Pero la gama es mucho más amplia. Nostoc es una empresa joven que trabaja por transferir al campo el conocimiento científico.
Denominación de Origen Vinos de Madrid
Más tarde Ángel nos lleva a ver unas viñas, donde el productor Alejandro Sánchez hace las veces de anfitrión. La garnacha es la variedad principal en la zona, aunque también hay tempranillo. Además de humus líquido, Ángel y Alejandro nos hablan de otro producto de Nostoc, Htproblack, que funciona contra la yesca de la vid y que se usa además contra el mildiu y el oídio.
Alejandro Sánchez nos refiere la SAT Virgen de la Poveda, dedicada solo al vino. “En Madrid los hay muy buenos, el referente es Villa del Prado, pero también Colmenar de Oreja, entre otros pueblos; y tenemos incluso denominación de origen Vinos de Madrid”, enfatiza.
Después Ana y yo continuamos nuestro recorrido por los campos de España.