Hace dos años cuando también visité la feria del melón manchego, Ferimel, todo era en formato más pequeño, casi de andar por casa, lo que le daba también cierto aire entrañable y extremadamente cercano. Este año, en su tercera edición, la feria agrícola de Membrilla ha dado un salto cuantitativo y cualitativo hacia adelante. Si en la anterior edición de esta feria bianual la inauguración la hacía la consejera de Agricultura de Castilla-La Mancha pronunciando unas pocas palabras y sin protocolo, ahora todo cambiaba. La consejera era sustituida por la ministra, en funciones está Tejerina, pero ministra es. Y el acompañamiento institucional ha sido masivo desde ayuntamientos, diputaciones, delegaciones y otras fórmulas administrativas. Incluso medios, ya no me veía rodeado por un par de compañeros tomando nota en una libreta, sino por un grupo numeroso de periodistas y cámaras. Más difusión en medios, mayor visibilidad. Incluso estaba el director de la revista F&Halmeria con el que departimos un rato. Así que el eco mediático en esta feria es cada vez mayor. A lo que hay que sumarle lo más importante, el público; masivo por las noches y más limitado en las horas centrales del día. Porque en La Mancha calor no falta (…).
Y es que la feria de Membrilla es una feria de pueblo, en el sentido más tradicional y amable de la palabra. Una feria en la que se vuelca el pueblo de Membrilla y todos los de la zona que viven del melón en la comarca Mancha y en el resto de la región. No es habitual que una ministra inaugure una feria local, así que su mecenazgo es evidente.
Las cifras del sector en La Mancha
En palabras de Isabel García Tejerina, Castilla-La Mancha es la primera región española productora de melón con 300.000 toneladas anuales, que se reflejan en 390.000 jornales directos, con un volumen de negocio cercano a los 90 millones de euros y que supone el sustento de casi 11.000 familias.
Papel destacado tenía también Lola Merino, presidenta de la Federación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural (AMFAR), impulsora en sus inicios de esta feria. Ella, junto al alcalde de Membrilla, Manuel Borja, elevaron en sus discursos los argumentos que les llevan a sacar pecho por esta feria, este modelo de vida y este microcosmos del medio rural. Y da igual que estemos en La Mancha, en el campo de Cartagena, en Mazarrón, en la huerta de Valencia, en la costa de Granada, en la Axarquía malagueña o en Almería, en realidad esa desazón por salvaguardar los valores del terruño es algo que no tiene fronteras políticas. El amor a los orígenes y al agro Ana y yo lo hemos escuchado durante tres días de feria, con atención y sobre todo como mucha empatía. Agricultura manchega que sustenta la economía de la región, que es generadora de riqueza, de vertebración del territorio y de sus pueblos y que es presente para las generaciones actuales y futuro para las venideras. Es el discurso de todo el campo español, que también lo suscribimos en el caso de la gran llanura manchega.
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Indicación Geográfica Protegida
Son ya cuatro las empresas manchegas que han colocado en sus productos el sello de IGP (Indicación Geográfica Protegida), melón de La Mancha, un distintivo de calidad que reconoce las producciones que se inician en julio (en esta campaña los primeros cortes arrancaron la semana pasada), que tienen su grueso en agosto y que se prolongan hasta septiembre.
Eso sí, hay que remarcar que el año pasado las producciones tardías sufrieron más de lo esperado los efectos del virus Nueva Delhi, motivo que este año ha llevado a que más productores pongan sandía, sobre todo negra, con lo cual la superficie de melón manchego ha descendido este campaña entre un 20%-30%, porcentaje en el que ha subido la sandía.
A tenor de lo anterior, y si nos regimos por la aritmética de la oferta y la demanda, se pronostica un buen verano de precios para el melón manchego. Sin embargo, en la lonja hablaban de precios entre 31 y 35 céntimos (y según los productores que conocimos en la feria en unos precios finales al productor estos días de entre 26 y 28 céntimos). La batalla de precios se augura intensa y fatigosa. Como el calor de mediodía en el corazón de España.
José Antonio Arcos