Así lo expresaba Francisco José González, del Servicio de Sanidad Vegetal de Murcia, ante un auditorio repleto de agricultores y técnicos de Mazarrón, preocupados todos por la elevada incidencia de mosca blanca que empezó a sufrir este campo el pasado ejercicio, ataques virulentos de Bemisia Tabaci que se están volviendo a repetir esta primavera.
Juan Carlos Gázquez, de la Fundación Cajamar, fue quien nos presentó minutos antes del inicio de la jornada a Bernardo Rubio, responsable técnico de la cooperativa Coexma, que organizaba junto a Cajamar, Consejería de Agua y Agricultura de Murcia y Ayuntamiento de Mazarrón este evento que a tenor de la nutrida participación despertaba el interés de buena parte de la masa agrícola de esta zona costera de Murcia. Bernardo nos avanzó que la preocupación de sus agricultores está en el virus de la cuchara (TYLCV) transmitido por este insecto.
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La Bemisia Tabaci era una especie controlada por los enemigos naturales antes de convertirse en plaga. Hace muchos años. Así lo explicaba Alfredo Lacasa, investigador del IMIDA, Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario.
Se trata de una especie muy plástica, que se ha ido desarrollando, adaptándose hasta ser capaz de multiplicarse casi todo el año. Su temperatura ideal de reproducción son los 25º y a humedades relativas del 75-80%.
Es un vector transmisor de más de un centenar de virus que afecta a solanáceas y cucurbitáceas en casi todo el planeta, pero con incidencias más intensas en el arco mediterráneo, África y Centroamérica.
La Bemisia Tabaci es capaz de crear resistencias a numerosos insecticidas, con lo cual una de las soluciones propuestas pasa por aumentar las sueltas de insectos auxiliares beneficiosos. Incluso, Alfredo Lacasa, llegó a apuntar que “las resistencias de las variedades al virus de la cuchara no son absolutas”.
Tomates de Mazarrón
Según nos comentaron en la jornada, desde el sur de Alicante hasta el sur de Murcia hay una franja de unas 3.000 hectáreas de tomate. Concretamente en Mazarrón convive el tomate en estructuras de malla (los llamados ‘chiringuitos’) con el de estructuras de plástico. En verano hay recolección de tomate que se trasplanta en los meses de febrero y marzo.
El calendario de otoño en Mazarrón es muy similar al de Almería. En invernadero va de septiembre a mayo, y en malla se reduce, siendo desde septiembre a mayo.
El tomate es un cultivo dominado por unas pocas empresas: Grupo Paloma, Perichán, Agrimur, Hortícola de Mazarrón y la cooperativa Coexma.
Ana Rubio