La Junta abre la convocatoria 2016 de las ayudas para mejorar la Sanidad Vegetal mediante técnicas de Control Integrado. Hoy comienza el plazo para solicitar estas subvenciones dirigidas a las Agrupaciones para Tratamientos Integrados en Agricultura.
La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural abre hoy la convocatoria 2016 de las ayudas dirigidas a la mejora de la Sanidad Vegetal mediante la aplicación de técnicas de Control Integrado a través de las Agrupaciones para Tratamientos Integrados en Agricultura (Atria). El Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) recogía ayer la Orden por la que se convocan estas subvenciones y se actualizan los cuadros que recogen la superficie máxima y mínima, el período de funcionamiento y el importe por campaña y cultivo.
El plazo de presentación de las solicitudes, financiadas a través de fondos estatales, es de quince días hábiles a partir de hoy. Por tanto, será posible realizar este trámite hasta el próximo sábado 7 de mayo.
Entre los conceptos subvencionables de esta ayuda se encuentran la remuneración del personal técnico contratado para dirigir el control integrado contra las plagas de los distintos cultivos y los medios fitosanitarios que pueden aportar una innovación y mejora en la aplicación de las técnicas de control integrado. Entre estos medios materiales se encuentran feromonas, polilleros, mosqueros, trampas cromotrópicas e insecticidas biológicos.
Estas subvenciones, que se convocan anualmente, suponen un respaldo al desarrollo del programa quinquenal de actuación de las Agrupaciones para Tratamientos Integrados en Agricultura. Durante 2015, la Consejería gestionó ayudas por un valor total de 56.000 euros concedidas a 14 Atria andaluzas, en los cultivos de olivar, cítricos, dehesa y viñedo que reunían, en total, alrededor de 45.000 hectáreas y 2.000 agricultores.
Las Atria son figuras clave para la aplicación de técnicas de control integrado de plagas, y son una de las opciones que disponen los agricultores para el cumplimiento de los requisitos de la Gestión Integrada de Plagas (GIP) obligatoria desde el año 2012 y contemplada en el Real Decreto 1311/2012 por el que se establece el marco de actuación para conseguir un uso sostenible de los fitosanitarios.