La organización agraria COAG considera que debe haber coordinación entre las políticas agraria y fiscal, favoreciendo a las explotaciones prioritarias.
COAG Andalucía se ha reunido esta mañana con los grupos parlamentarios de PSOE y Ciudadanos para abordar la propuesta de reducción del impuesto de sucesiones planteado por estas formaciones políticas. Desde esta organización agraria, se ha planteado que es fundamental priorizar al modelo profesional: “Sólo cuando la finca que se hereda vaya a tener un destino agrario, como actividad personal y directa del adquirente, se justifica social y políticamente la exoneración tributaria”, ha declarado el secretario de Organización de COAG Andalucía, Eduardo López, que ha participado en el encuentro. Se trata, en definitiva, de coordinar las políticas agraria y fiscal del gobierno andaluz: “Si la política agraria gira en torno a la explotación prioritaria, la Junta debe ser coherente y primarla también en su política fiscal”.
En ese sentido, COAG Andalucía ha planteado que los profesionales deben verse priorizados en el ámbito fiscal, tal y como ya se hace en materia agraria, en aplicación de la ley 19/95 de modernización de las explotaciones.
En este sentido, COAG recuerda que actualmente existe una reducción de entre el 75 y el 90% cuando quien transmite o quien adquiere tiene condición de titular de explotación prioritaria o la alcanza con el bien transmitido.
No obstante, esta organización agraria entiende que se podría incrementar esta reducción, incluso hasta la exención total, y que sería conveniente introducir mejoras técnicas en la regulación de este tributo, para ganar eficacia en el objetivo de favorecer la explotación prioritaria, porque actualmente en su aplicación práctica hay disfunciones que impiden a todos los agricultores profesionales disfrutar de los beneficios previstos. Por ejemplo, COAG propone que se permita disfrutar de estos beneficios fiscales a todos aquellos que, sin tener condición de titular de explotación prioritaria, adquieran un compromiso firme de alcanzarla en un tiempo determinado. Igualmente, sería razonable establecer periodos transitorios para que quien no reúne esa condición ni tiene intención de hacerlo, pueda transmitir la explotación a un tercero que sí lo sea, disfrutando ambos del beneficio de la exención.
Por otra parte, COAG también ha trasladado que el impuesto de sucesiones plantea una problemática general, que alcanza a todos los ciudadanos, más allá de su condición de agricultores, especialmente la no progresividad del impuesto.
Pero lo esencial, a juicio de COAG, es que las exenciones fiscales beneficien prioritariamente a quienes quieren vivir de manera personal y directa de la actividad agraria.