Hace algo más de mes y medio la cooperativa de insumos agrícolas, Campoejido, vivía una especie de alboroto y alborozo por la llegada de más de cuatro centenares de agricultores, algunos de ellos muy cabreados por la crisis de precios. En aquella primera macro-reunión hubo mucho ímpetu, algo de frenesí, muchas intenciones y casi ninguna concreción. Solo se sacó en claro, que no fue poco, que marchando de la mano el sector productor tiene futuro.
Anoche, algo menos de aforo, en torno a tres centenares los reunidos este viernes en Campoejido, también algo menos de ímpetu y acelero; en cambio, más serenidad, más madurez, más perspectiva y sobre todo más concreción con pasos ya firmes sobre el empedrado.
En este tiempo este grupo numeroso de agricultores se ha constituido formalmente como asociación interprovincial, Almería-Granada; se ha reunido con alcaldes y concejales de Agricultura de la mayoría de los municipios agrícolas de ambas provincias; se han formado equipos de trabajo, por ejemplo, de comunicación con cooperativas y alhóndigas o de temas jurídicos (para dar pasos firmes y no errar en ningún aspecto); se han visitado y se han entrevistado con la práctica totalidad de las cooperativas, SAT y subastas; y se ha formado un consejo de administración – el equivalente a una directiva – que anoche pasó de 26 a 31 miembros. Las caras más visibles.
Los dos grandes temas de esta primera gran Asamblea pivotaron en torno a cuestiones de comercialización y de agua. Se aprobaron en el orden del día (he ahí la imagen con la cartulina roja en alto) varios puntos centrados en aprobar las retiradas controladas de producto a partir de la próxima campaña y en no vender por debajo de coste.
Éste último aspecto despertó especial interés, ya que la venta generalizada por debajo de coste ha causado la ruina a demasiados agricultores. Para conocer la fórmula que vehicule dicha intención habrá que esperar. El concepto, aunque aún vago y por definir, iría por dar mayor contenido al término ‘unidad’, de modo que no solo sea el sector productor sino también el comercializador el que arrime el hombro. Unidad a la hora de no vender sin precio, ya que la práctica más dolosa para el campo es la que llevan a cabo aquellos sistemas de comercialización/distribución que se abastecen en Almería y Granada imponiendo ellos mismos los precios. Aspecto a todas luces esquizofrénico, ¿os imagináis a un consumidor yendo a un supermercado y poniendo él mismo, cuando pasa por caja, precio a los artículos que coge del lineal y con los que llena su carro de la compra?
La agricultura es uno de esos pocos espacios en los que el precio no lo impone el que vende, sino el que compra.
‘Agricultura Viva en Acción’ ya tiene sede en su pata almeriense, un local en el histórico Círculo Cultural y Recreativo de El Ejido. La pata granadina espera contar con sede a corto plazo.