Grecia, Irlanda y Portugal han sido los países UE más castigados por la recesión económica. Así que acabo con el vecino luso, tras analizar en los post precedentes a los otros dos países. Luego han sido España e Italia otros dos Estados vulnerables a la dichosa prima de riesgo, ese elemento alejado de la economía real que ha diezmado los bolsillos y la microeconomía de millones de europeos. Ya nombrados los siguientes dos post, me detengo ahora a desarrollar más en detalle algunos aspectos de la debilitada economía portuguesa, ligados a su sector de frutas y hortalizas.
Lo primero afectado ha sido el consumo. La cesta de la compra de los portugueses se ha apretado, eliminando piezas de fruta y verdura en su dieta, en porcentajes que van del 10 al 17%. Esto se ha traducido en la distribución en una guerra de precios (con el consiguiente cierre de muchos supermercados) de la que ha salido bien parada la cadena low cost Lidl, que ha ganado cuota de mercado.
Donde también se pueden observar las estrecheces por las que atraviesa el país vecino es en la proliferación de marcas blancas en el segmento ecológico. Todos sabemos que el producto orgánico se vende más caro, que es un producto marquista, en el sentido en el que la marca en sí misma tiene valor. Así que la marca blanca en las frutas y hortalizas ecológicas es algo casi antinatura, pero que evidencia bien a las claras la demanda de un producto que no puede pagarse al precio habitual.
La recesión ha llevado a Portugal a producir mucha patata, un alimento básico que producen las naciones cuando giran al autoabastecimiento. Es tal el auge de este tubérculo, que hoy día es el cultivo que ocupa mayor superficie de terreno. Luego están por este orden las naranjas, los tomates y las frutas de pepita (manzana y pera).
Pero mucho de su tomate es para industria, que luego se vende a España. Alrededor de 15.000 hectáreas de tomate, tanto para fresco como para procesado. Y con esto hilo la gran dependencia portuguesa de su vecino del este, España. Aunque países diferentes en lo político, ambos conforman un solo mercado en lo económico. Los flujos entre ambos lados de la Península son permanentes y crecientes, cada año Portugal depende más de España como cliente, y no tanto al revés.
Prácticamente la totalidad del pepino y la lechuga que adquiere Portugal la compra en España, en tomate los volúmenes son también sobresalientes; mientras que en frutas somos proveedores casi únicos en sandía, melón, fresa y mandarina.
Pero también les compramos, principalmente tomate, naranja, kiwi, manzana y melón, el famoso ‘branco’ de Oporto.
Debido a la crisis los operadores portugueses están buscando nuevos mercados en los que colocar sus principales productos de exportación (tomate, pera, naranja, manzana y kiwi). Más allá de su antigua colonia brasileña, también están tocando a la puerta de países hispanohablantes, como Colombia. Y en el otro extremo del mundo, dan pasitos en los Emiratos Árabes y demás países del Golfo Pérsico.
Posdata: Foto 1: Portugal desde lo más alto. http://visibleearth.nasa.gov/ Foto 2. Melón ‘branco’ de Oporto. Fuente: propia. Foto 3: mercado municipal de la zona portuguesa de Coimbra. Fuente: http://www.panoramio.com/
Hola, a mí también me parece antinatura la marca blanca en ecológico. Si compras ecológico es importante la máxima información sobre la zona donde se produce y quien lo hace, no sé si esta información la tienes en la marca blanca, alguna marca blanca podría tener proveedores de confianza y si el consumidor lo sabe pues lo comprará con más confianza. Una anécdota de mi visita a Barcelona hace tres semanas: en una tienda especializada en ecológico de esta ciudad veo producto de Almería y le digo al tendero, » anda si tienes producto de Almería» y el me dice que no, que lo pidió a Francia y le costó 0, 66 euros el kilo ya puesto en su tienda y él lo vende a 1, 75 euros el kilo. A mí algo no me cuadra, le enseño en el móvil los precios de convencional de ese dia y el precio es de 0, 20 euros (sólo un precio) Si se ha recolectado y manipulado en Almería y se ha mandado a Francia para retornar a España por solo 0, 66 euros, a alguien le merece la pena producir ecológico a ese precio?
¡Qué rápido infla el precio el tendero con el que tropezaste, no, Jesús?? Si ésa es una práctica habitual, es fácil entender la gran distorsión de precios y cómo aquel que únicamente pone un artículo en su estantería es el que se lleva casi todo el beneficio. Verdaderamente injusto, por no decir indignante.
Las crisis son malas para unas cosas y buenas para otras. Por ejemplo, una crisis hace que se busquen nuevos mercados, desarrollo de nuevos productos, etc. De todo, todo hay que mirar lo positivo. Algunas personas sabias me decían: en épocas de crisis la agricultura en Almería marcha mejor. Pues yo no sé antaño, pero tengo que decir que en Sta crisis, que es la que yo estoy viviendo, la agricultura en su conjunto marcha bien.