Bajaba esta noche por una céntrica avenida de la capital almeriense, después de la presentación del Anuario Crítico de la Prensa, editado por la Asociación de Periodistas de Almería, cuando me abordó por la calle una joven que hizo que levantase al instante la vista de las primeras páginas de esta gran Biblia del periodismo ético. La chica en cuestión, no le calculo más de 25 años, defendía una campaña de ayuda a los más desfavorecidos, aspecto que la honra y que iba muy en sintonía con lo que minutos antes había escuchado en uno de los salones de la Casa de las Mariposas, donde mis compañeros de profesión habían recordado cuán grande e injusto es el mundo y que mal repartido está.
La muchacha, a la que voy a llamar María aunque es un nombre falso, empezó a explicarme – que no a convencerme (ya lo estoy) – lo loco que es este planeta y la desdicha que a nadie es ajena, incluso me refirió un fallido desahucio que le había tocado de cerca y me habló de la mala suerte que ha sufrido tras haber perdido recientemente una beca de estudios. La media que necesitaba para esta ayuda económica en Psicología estaba hasta hace poco en una nota de 6,5, ahora la han subido a 7, y ella tiene 6,9. Ese 0,1 la obliga a buscar trabajos que casi todos rechazaríamos en la sociedad que nos hemos dado de pijos consumidores. En fin, le deseo suerte a ésta y a otras tantas Marías anónimas que luchan con valentía en estos tiempos que nos han tocado vivir.
En este remolino de contradicciones, justo dos horas antes había estado entrevistando a un broker, recuerdo que este blog es de agricultura, un señor en las antípodas de María. Un broker, un intermediario, un comercial no acude a presentaciones de Anuarios Críticos de la Prensa donde se recuerda que la profesión periodística es la más castigada desde el inicio de la crisis, sino que es un empresario que se dedica a ganar dinero. Y punto. Y además de un modo más o menos cómodo, con un teléfono móvil y a base de llamadas; al contrario que María que tiene que sudar la gota gorda y mostrarse simpatiquísima en la calle para conseguir nuevos cruzados en su lucha con las ONG por erradicar el hambre en el mundo.
Ese broker, lo voy a llamar Pepito ‘el de los palotes’, me dijo una frase lapidaria, pero efectiva, ya que le va bien en esto de la vida: «Nunca hay que producir, siempre vender». Esa debe ser la clave del éxito para los que dominan las artes de los negocios, y un mensaje muy claro a los agricultores, que son los que se hernian en los invernaderos. Trasladado a Europa en el sector de las hortalizas, estamos los españolitos, como los productores que nos conformamos con ser mileuristas, y los holandeses, como los que venden y son ambiciosos. Que cada uno haga su lectura.
Retomando la idea del periodismo ético, para acabar lo voy a hacer con un saludo, como siempre se ha hecho en la radio de los pueblos, a los compañeros de este Anuario Crítico de la Prensa con los que he compartido las páginas del gran capítulo de Agricultura: José Estebán Ruiz, Antonio Fernández, Carmen Fenoy, Isabel Fernández y Juan Arias. Y gracias a la coordinadora del Anuario, Marta Soler, por invitarme a participar con un artículo sobre la seguridad en el campo: ‘Ojo a los ladrones, acechan el invernadero’.
Ana Rubio
Otro post genial José Antonio dos vidas dispares una que se esfuerza por hacer algo altruista y generoso y otra que como buen parasitoide vende pero no sabe qué, sin producir nada «just smoke in the air».
asi nos va.
Un abrazo amigo
Paco
Hola Paco , que pena me dan sus palabras para vender primero hay que saber que se vende y estar seguro que eso es lo que quiere tu cliente para poder ofrecerlo , con todas las garantias y tener una gran capacidad e inteligencia para poder desarrolar tu trabajo correctamente y de esa manera poder contribuir a que este país con mis esfuerzo y el de muchos poder sacarlo de esta crisis y no criticar y decir choradas sin sentido , si estuviese centrado en su trabajo que seguro no lo esta ,no tendría tiempo de estar escribiendo e insultando a un persona que desconoce sin conocerla de nada , un saludo
Hola Pedro, gracias por sus alentadoras y educadas palabras, primero aprenda a escribir por favor que lo usted ha escrito no hay manera de entenderlo, solo sé que trata de insultarme pero es que ni eso sabe hacer, «no ofende quien quiere, sino quien puede» y creame que lo único que puede hacer es callarse puesto que el dinero que gana es gracias a los agricultores a los que «tanto ayuda» el trabajo no se «desarrola» Pedro, usted dice-«para vender primero hay que saber que se vende y estar seguro que eso es lo que quiere tu cliente para poder ofrecerlo , con todas las garantías y tener una gran capacidad e inteligencia para poder desarrollar tu trabajo correctamente»
No se pueden decir mas sandeces con menos palabras, de verdad le felicito Pedro. su capacidad de síntesis e inteligencia quedan sobradamente contrastadas en este comentario. Claro que para usted nosotros los pobres agricultores no podemos opinar ni tenemos derecho a expresarnos, nosotros los agricultores tenemos que callar y obedecer para que luego nuestros productos se vendan al precio que personas como usted de «gran capacidad e inteligencia» consideren oportuno. Así nos va. Mire usted cuando usted quiera le invito a que me acompañe durante una semana y vea y viva cual es la vida de un agricultor como casi todos de este campo, seguro que me dirá que usted se ha criado debajo de una mata de tomates, como le digo, le invito cuando quiera, quizás se sorprenda. Nuestras empresas funcionan y funcionan muy bien, nuestras instalaciones están dotadas de la ultima tecnología y tenemos la máxima acreditación por la certificadora NSF de hecho somos la única empresa de España en obtener Oro en Tesco Nurture.
Nosotros tenemos todos nuestros productos vendidos con un precio pactado antes incluso de plantar.
Pero sin duda mayor ventaja que tenemos es que gracias a Dios no necesitamos intermediarios como usted con su «gran capacidad e inteligencia».
Mire hasta que este campo no se deshaga de rémoras como usted no levantará cabeza.
«THIS IS IT»
Mensaje profundo de injusticias sociales, en tan pocas palabras. Felicidades por la fluidez y claridad de ideas.
es que hay vendedores y REEEEVENDEDORES .quien gana dinero con mercancias que produce otro ,es tan honrrado como el que mas ,es un trabajo igual que otro ,la diferenecia esta en el que sabiendo lo que le cuesta a un agricultor reventarse en un invernadero y producir un kg ,luego se aprovecha de esa persona y le vende su producto a 0,80 y se lo liquida a 0.30 ,o por sacarse su comision lo vende al primer postor a cualquier precio por misero q sea ,si total el se lleva su comision da igual q el agricultor pierda dinero ,ahi es donde esta la diferencia entre vender honradamente y vender el trabajo de otro para ganar tu y que el otro se joda
Bien por María y también a Pepito «el de los pelotes» … creo que es mejor producir, saber qué se produce y para qué … y para quién. Hay que producir y saber vender … Almería y Andalucía pueden utilizar las producciones de sus decenas de miles de hectáreas hortofrutícolas para ampliar su industria agroalimentaria en unas cuántas miles de empresas que procesen (mínimamente los productos frescos… y, en otros casos, de formas innovadoras) y distribuyan eficazmente estos alimentos (las frutas y verduras, el aceite de oliva, … ) vendiéndolos con valor agregado a los 350 millones de consumidores que son sus socios en la UE … acción!!!
María si llega a «psicóloga» podrá hacer de «coach» para incorporar la «innovación» en toda la cadena empresarial de producción y distribución agroalimentaria de Andalucía
Yo soy agricultor, o sea de los tontos que producen, pero no me quejo, lo último que quiero es ser un hipócrita. Un consejo a María : que se meta a broker y se acabarán sus problemas; así de sencillo ¿no?