Frutales tropicales, subtropicales, mediterráneos, de zonas frías… da igual la tipología, Virginia Pinillos y Julián Cuevas (en la imagen) son dos apasionados de la fruticultura. Viven su trabajo con verdadero fervor, un entusiasmo que logran transmitir cuando describen la importancia de las frutas. Virginia es profesora de Fruticultura en la Universidad de Almería (UAL) y Julián, además de profesor, es jefe de uno de los departamentos más importantes de esta Universidad, habida cuenta de que la agricultura es hoy día el único sector estratégico de la economía de la provincia almeriense. Julián acaba de ser designado jefe del recién creado departamento de Agronomía, que nace de la fusión de los departamentos de Producción Vegetal, Edafología, Tecnología de los Alimentos y Tecnología del Medio Ambiente. Con orgullo Julián me subraya que está con Virginia y otros compañeros, como Juan José Hueso (Estación Experimental de Las Palmerillas) en el Grupo de Fruticultura Subtropical y Mediterránea AGR222.
Julián lleva años peleando por concienciar a los agricultores y a las Administraciones sobre la necesidad de diversificar y no caer en el monocultivo. Muchos de los frutales que estudia son idóneos para llevar a las condiciones de un invernadero y además con ventajas sobre algunos hortícolas, como puede ser la mano de obra, menos intensiva.
Producir frutales bajo plástico permite mayor precocidad, es decir, más dinero para el agricultor. Caso de la uva o la cereza. Se logra una mejor protección del cultivo, por ejemplo se evitarían las bacteriosis en mango. Además, se reduce el consumo hídrico; se controlan de un modo más efectivo todas las condiciones; se puede programar la recolección (al contrario de lo que ocurre al aire libre) y se consiguen más kilos por metro cuadrado, gracias a plantaciones hiperintensivas.
Haciendo un brevísimo dibujo del sureste y levante español vemos que en Málaga, en la Axarquía, en los últimos años se ha producido un crecimiento vertiginoso del mango (eso sí, al aire libre); en la costa de Granada el fenómeno más llamativo ha sido el cambio del tomate cherry por el cultivo de mango, en algunas explotaciones; en Murcia el desarrollo de la uva de mesa bajo malla ha sido espectacular, consolidándose como la principal zona de España; en Alicante y Valencia, ante la crisis de precios que sufren los cítricos desde hace años, se están buscando sustitutos como el aguacate, el mango, el caqui e incluso el granado. En Almería los hortícolas se lo comen casi todo, aunque Julián insiste en que las posibilidades son muy amplías. Por ejemplo, en el valle del Andarax, ¿por qué no se sustituyen las explotaciones citrícolas abandonadas de la margen de este río para introducir nuevos cultivos?
Ana Rubio
Es un artículo de gran interés que dibuja muy bien el panorama actual de la fruticultura en el sur de España y nos permite conocer algo más sobre las líneas de innovación dentro de este sector. Es muy gratificante y esperanzador saber que hay investigadores como Virginia, Juanjo y Julián que siguen trabajando y apostando por la diversificación en la agricultura. El título es todo un acierto….
Remar contra corriente no es sencillo, pero ahí siguen. Algún día recogerán los frutos de su esfuerzo…. y si hay una fruticultura potente en las zonas costeras de Málaga, Granada y Murcia ¿por qué no en Almería?
Me interesa, eso de:»Por qué no se cambian las explotaciones de cítricos del bajo Andaráx?
–Pregunto: –Ctricos, cambiarlos, ¿ a qué especie vegetal?
Considerando, tierra, agua, climatología, etc.
Personalmente, solo hice cambios y han sido varios, pero con cítricos.
De todas formas, estoy abierto siempre al cambio.
Muy en contra de otros criterios; sigo siendo un enamorado de la agricultura.
Domingo, algunas opciones son mango, aguacate (más sensible a aguas salinas), níspero y caqui de carne dura. Precios de venta superiores y costes de producción más bajos.